El fruto del Baobab tiene forma aovada, es muy irregular en su forma, puede medir de 10 cm hasta 45 cm. Está constituido por una parte leñosa externa, muy resistente, cubierta de una pelusa amarillo-verde, y de una parte interna, que constituye la pulpa.
Una vez que el fruto está maduro, cae del árbol y al abrirlo encontramos la pulpa deshidratada, con un aspecto polvoriento, de color blanquecino y de sabor ligeramente ácido.
Un fruto de tamaño medio (17 cm de largo por 8 cm de ancho) pesa alrededor de 165 gramos, de los cuales un 40% es semilla y solo un 10-12% de pulpa. Ésta se divide en pequeñas aglomeraciones harinosas que encierran múltiples semillas (ver imagen a la derecha).
El sabor característico de la pulpa, un poco ácido, es debido a la presencia de ácidos orgánicos, tales como: ácido cítrico, tartárico, málico y succínico. Desde siglos se utiliza en muchos países africanos para preparar una bebida (zumo de bouy o gouy) refrescante y energética, rica en fibra, vitaminas, aminoácidos y sales minerales. También se utiliza para preparar helados, batidos o como alimento infantil. En 100 gr. de pulpa están presentes el 75,6% de los glúcidos totales, el 2,3% de proteínas y un bajísimo contenido de lípidos igual al 0,27%. El fruto recién abierto, es consumido también como un caramelo.
Fibra alimenticia de la pulpa del fruto del baobab
La pulpa del fruto de Baobab provee una cantidad de fibras solubles (22.54%) e insolubles (22.04%), que pueden llegar hasta cerca de 45 gramos por 100g. de producto.
El nivel de consumo de fibra alimenticia no se ha definido todavía, pero es comúnmente aceptado que la fibra debe estar presente en una dieta sana y equilibrada, porque tiene la capacidad de influenciar múltiples aspectos de la fisiología digestiva. El consumo frecuente de fibra alimenticia, asociado a una dieta rica en vegetales, cereales y fruta, está relacionado con la reducción del riesgo de sobrepeso, diabetes y la manifestación de neoplasias del aparato digestivo, como estreñimiento.
Las fibras insolubles no son asimiladas por el intestino y aceleran el tránsito intestinal gracias a la capacidad de aumentar la masa fecal y estimular la perístole; son empleadas principalmente para combatir el estreñimiento e inducir a una sensación de saciedad, que se puede disfrutar en un régimen de dieta hipocalórica.
Además el equilibrio entre fibra soluble e insoluble, parece estimular el crecimiento de algunas culturas bacterianas pertenecientes a la microflora intestinal (efecto prebiótico). Se sabe que la actividad prebiótica determina:
- Mejora el equilibrio de la microflora intestinal;
- Mejora la digestión de la lactosa;
- Prevención de la diarrea ;
- Actividad inmunoestimulante.
El fruto de Baobab tiene además un elevado contenido de ácido ascórbico (vit. C). Se ha determinado que la pulpa puede proveer hasta 300 mg de vitamina C cada 100 gr., cantidad que equivale a casi seis veces más el contenido de la naranja. El ácido ascórbico desarrolla un rol extremadamente importante tanto del punto de vista nutricional como terapéutico.
Conocido desde tiempos antiguos por su capacidad de prevenir el escorbuto, la vitamina C encuentra un uso siempre más relevante por su capacidad antioxidante, y por la capacidad de proteger el organismo de los daños causados por los radicales libres.
El fruto contiene una cantidad apreciable de aminoácidos esenciales en correcta secuencia, muy útiles para los deportistas o para las personas que quieren sentirse bien, ya unidos naturalmente, tales como:
- tiamina (B1)
- riboflavina (B2)
- niacina (B3)
Además, el fruto contribuye al aporte de algunos minerales y ácidos grasos esenciales. En efecto, en 100gr de pulpa están contenidos de media 293 mg de calcio (3 veces más que la leche), 2.31 mg de potasio, 96-118 mg de fósforo, 7 mg de hierro (3 veces más que el huevo) y ácido alfa-linoleico (27 mg de ácido por cada gramo de producto seco).
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